¿Son
necesarios los pedagogos en las empresas?
Por
Sandra Zucas Alonso
“La
pedagogía se encarga de estudiar los contextos y procesos formativos tanto de
los sistemas regulados (etapas infantil, primaria, secundaria y universidad)
como de aquellos otros no tan profesionalizados como son la educación familiar,
la formación en el ámbito laboral y de la empresa, la atención a las personas
con diversas y distintas necesidades de educación, especialmente aquellos que
vivan en entornos de desigualdad o desventaja.”
El
Grado de Pedagogía ofrecido en la Facultad de Ciencias de la Educación por la
Universidad de Málaga consta de cuatro años, con asignaturas obligatorias hasta
segundo año y luego optativas con cuatro itinerarios que definen cuatro
perfiles profesionales diferentes.
Uno
de ellos es el de “Gestión Pedagógica de las Organizaciones Sociales,
Empresariales y Educativas”, a través del cual puede evidenciarse la importancia
del pedagogo en ámbitos diferentes a los académicos, en dónde se cursan
materias tales como Economía de la Educación, Pedagogía Laboral y de las
Empresas, Educación para el Empleo, Gestión y Liderazgo Pedagógico en las
Organizaciones y Gestión y Control de la Calidad en las Organizaciones.
Los pedagogos son expertos en educación y en
el diseño de programas específicos, dentro del Grado de Pedagogía se los
capacita para desenvolverse sin inconvenientes en diferentes perfiles
profesionales.
En
el ámbito empresarial cumple la función de ser el especialista más idóneo para
diagnosticar necesidades y para poner en marcha las acciones formativas
específicas más apropiadas.
La
formación continua dentro de las empresas es fundamental. Los retos de la
globalización y los retos asociados a la supervivencia de las organizaciones
requieren altos niveles de competitividad y están ligados a los procesos de
cualificación del talento de las personas.
Tener
en cuenta la formación permanente de todos los individuos que conforman el
engranaje de la organización, tanto personalmente como con actividades
formativas que apunten a la cohesión grupal, es un factor diferenciador y
consolida una ventaja competitiva. La innovación, la tecnología y la cultura de
la empresa mejoran cuando se logran altos niveles de cualificación en las
empresas.
En
los procesos de formación hay dos supuestos importantes a tener en cuenta: los
intereses y necesidades particulares y los intereses y necesidades de la
empresa. Es necesario articular estos dos factores. Es muy importante que la
persona se adapte al perfil de trabajador que la organización necesita, de tal
manera que sus intereses y necesidades se vuelvan también los de la empresa.
Esto debería fusionarse con el valor diferencial que permitirá la
competitividad, es decir, el trabajo conjunto hacia un objetivo común.
La
pedagogía empresarial es fundamental para activar procesos de formación
continua, sin importar el tamaño de la empresa, ya que favorece la inserción en
el mercado competitivo.
En
la siguiente imagen se observa qué funciones puede desarrollar el pedagogo
empresarial:
Sería
interesante que las empresas configuren un modelo pedagógico adecuado, es
decir, su propio modelo de formación continua que involucre a todas las
personas de los diferentes sectores, teniendo en cuenta la satisfacción del
cliente y los medios disponibles, y en base a esto, diseñar el modelo de
cualificación del personal según los propósitos de la empresa.
En
resumen, los pedagogos serían los profesionales mejor preparados para elaborar
las estrategias de formación más apropiadas para el éxito de una organización
empresarial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario